Las críticas han pegado en Microsoft, la compañía ha decidido dar marcha atrás en su política relativa al uso de juegos en su consola Xbox One, ante la avalancha de quejas de los potenciales usuarios, que ya ha sido aprovechada por Sony en la presentación de la PS4.
De esa forma Microsoft ha decidido que no sea obligatoria la conexión a Internet, no restringirá el mercado de juegos de segunda mano y no exigirá conectarse a Internet cada 24 horas. Además, eliminará las restricciones regionales.
Los cambios en el sistema de juegos de la consola de Microsoft lo asemejan más al de la PS4 de Sony, mejor aceptado por los jugadores. Inicialmente, Microsoft defendió su política de juegos, pero ha visto ante las críticas que sería difícil competir contra la consola de Sony si los jugones prefieren el sistema de esta última, cuyo precio es además 100 dólares más bajo.
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